jueves, 11 de junio de 2009

Solo, sin nombre y sin pasado...

"(...)Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá que me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?(...)"

La casa de Asterión, de Jorge Luis Borges

Y yo voy cada dia preguntandome lo mismo... Vendrá alguien al menos a liberarme de este modo? A hacerme saber que no estoy solo, que estoy vivo, que existo... Y que puedo ser al fin. Me encuentro solo y peor que aquel minotauro... nadie vino nunca por mi... Pero guardo las esperanzas que al menos alguien me despierte a patadas para decirme que no estoy solo, para decirme que hay alguien mas aqui... Solo, sin nombre, sin pasado, viviendo el presente e imaginando el futuro.. Nada mas..

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