sábado, 13 de junio de 2009

Dos perros de la calle

No recuerdo donde encontré este saco, pero está claro que nadie me lo dio ni regaló. Es gris oscuro, largo, por poco cubre mis tobillos. Tiene bolsillos amplios que me sirven para guardar fácilmente un libro en cada recorrida por las calles. Hoy, o ayer (al no dormir no puedo discernir si es hoy o ayer, todo se mezcla), sentí que alguien me seguía. Esa sensación me puso pálido por un instante, o al menos eso intuyo, porque no puedo verme. Pero senti el frio en la piel de aquella sensación... Quien me puede seguir? Quien puede advertir mi presencia? Por un instante pensé en lo peor... Mi profecía se iría a cumplir? Porqué ahora sentía miedo, no era lo que buscaba? En ese instante y abruptamente procesé algo que intentaba dar explicación a mi temor. Ahora estaba empezando a vivir. Y no quería perder eso. Fueron mis oídos los que advirtieron que algo andaba cerca. Era algo parecido al sonido de una varita golpeando constantemente sobre una superficie rígida. Eran las patitas de un perro, que en cada paso sus uñas generaban un sonido particular. Me estaba siguiendo o caminaba libremente como cualquier otra criatura de esta ciudad? Me detuve para comprobar si tal cosa era así como yo pensaba. El perro siguió su marcha. Y entonces sentí una mezcla de tristeza y alivio al comprobar que no me seguía. Pero el perro a los pocos metros se detuvo, levantó su pata y orinó un semáforo. Y volvió con pasos cansinos hacia donde yo estaba. No había dudas, el perro me estaba siguiendo. Sentí una profunda emoción, me incliné para acariciarlo. Su pelaje era suave, pese a que evidentemente era un perro de la calle. Como yo! Su estatura era mediana, no era enano pero tampoco un mastín de esos de película. Era dócil, eso me animó a seguir acariciándolo. Cómo podía tal criatura sentir mi presencia, saber que yo estaba? Seguí (seguimos) caminando, abriéndome pasos invisibles ante la multitud del centro. A cada paso miraba a mi derecha, para comprobar eso que todavía no me creía, la compañía del perro callejero. A veces se me adelantaba para olfatear basura, a veces se retrasaba cuando orinaba algún poste o cosa parecida. Pero allí estaba, siempre conmigo. No sabia como llamarlo, y le decía "perro de la calle". Se me ocurrio que eramos muy parecidos. Los dos solitarios por la ciudad, ambos sin nombre. Pero yo debía remediar tal cosa al menos con él. Debía bautizarlo de alguna manera, para mi. Caminaba sin pensar en otra cosa e iba barajando nombres pomposos y grandilocuentes... Rachmaninov era muy largo... Mozart? lo repetí para mis adentros durante dos cuadras y no me convenció. Pensé en escritores... Lo ultimo que había leido era "Memorias del subsuelo", del autor que mas me turbó y sacudió al leerlo. Si, ya estaba decidido... Fedor era el nombre que le iba a repetir al perro callejero durante largas cuadras. Por momentos pareció aceptarlo, parecia responder ante cada llamado que le hacia con el nombre elegido. Respondia porque le gustaba el nombre o porque se acostumbraba al sonido, a la fonetica misma que expresaba? Claro, idiota! Si cada palabra es un sonido! Ya habia perdido el rumbo y no sabia por qué calles me habia metido, enfrascado en el precario adiestramiento que ocupaba mi atencion ahora. Fedor... La magia y la soberbia de decirle a alguien "Vos sos ... , de aquí en mas". O es una muestra de amor o cariño? Fedor iba a mi lado y yo contento de sentir que para alguien existía. Para un perro! Será una ironía ? De algún dios? De alguien que se burla de mi? Eramos dos perros a la deriva, vagando por las calles. Yo sin nombre, sin pasado. Un perro sin nombre... A cada paso me daba vuelta para asegurarme que Fedor seguía a mi lado, o a una distancia donde pudiera apreciar que no me había abandonado. Seguirá conmigo? Se irá? Dejara de responder al nombre que le di? Por suerte no tengo sueño (de hecho no duermo), lo cual me permitia hacer vigilia. Era la primera vez que alguien se fijaba en mi... y no quería perderlo.

2 comentarios:

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  2. "Respondia porque le gustaba el nombre o porque se acostumbraba al sonido, a la fonetica misma que expresaba? Claro, idiota! "

    muy bueno!

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